En este episodio quiero que conozcas la respiración psíquica, una práctica ancestral que ha transformado numerosas vidas y ha guiado a muchas personas hacia una profunda conexión con su ser interior. Con todas las distracciones, estrés y estímulos que vivimos, la respiración psíquica nos aporta guía, calma y claridad, siendo una herramienta imprescindible dentro del Yoga.
Hoy exploramos sus principios fundamentales, descubrimos sus beneficios, aprendemos cómo realizarla, y cómo la puedes incorporar en tu vida diaria, para que disfrutes de esta valiosa herramienta.
Y como siempre, al final, la ponemos en práctica con una meditación para la calma y la estabilidad. ¡No te la pierdas!
Contenido
- ¿Qué es la respiración psíquica? Minuto 11:19
- Principios básicos
- Beneficios físicos, mentales y espirituales
- ¿Cómo se realiza?
- Meditación para la calma y la estabilidad. Minuto 21:38
Transcripción
Seguramente te haya llamado la atención el nombre del episodio, suena bastante especial, aunque en realidad vas a ver que no se trata de nada que no hayamos visto ya. Lo que ocurre es que leyendo un libro clásico sobre pranayama he descubierto la profundidad que tiene esta respiración, y quiero también que conozcas las cosas por su nombre.
¿Qué es la respiración psíquica?
En función de las fuentes que consultemos vamos a obtener una definición diferente de lo que es la respiración psíquica, aunque la idea en el fondo de todas ellas al final siempre es la misma.
Hay quienes equiparan esta respiración directamente al pranayama, con todas sus técnicas y posibilidades. Y hay quien establece que la respiración psíquica es un requisito para comenzar en la ciencia del pranayama. Para mí esta última tiene mucho más sentido.
De esta forma, antes de poder hablar de pranayama, el primer paso, o la primera asignatura, si quieres verlo así, consistiría en controlar la parte densa de la respiración, es decir, el movimiento e intercambio físico en los pulmones, lo que conocemos como inhalación y exhalación, y que todos realizamos de forma natural.
De hecho, la mayoría de las veces se produce de manera involuntaria, por lo que el primer aspecto del pranayama busca guiar este proceso, el introducir aire en los pulmones y después expulsarlo a través de las fosas nasales, a través de la voluntad y la concentración.
Digamos que primero tenemos la respiración involuntaria e inconsciente y después avanzamos poniendo nuestra atención y enfoque en la respiración, haciéndola de forma voluntaria. Pero trabajamos únicamente en el plano físico.
El siguiente paso supone entrar en el plano energético, ya que el Yoga sabe que la respiración tiene otra dimensión, la sutil, caracterizada por el movimiento del Prana, la energía vital. Y aquí es donde entra la respiración psíquica, ya que en palabras de Swami Niranjananda Saraswati:
La respiración psíquica es la primera llave de la conciencia pránica.
Swami Niranjananda Saraswati
Debes tener presente en todo momento que el objetivo último del pranayama es desarrollar nuestra conciencia, purificando nuestro cuerpo y nuestra mente a través de las energías sutiles de la respiración.
Por lo que podríamos definir la respiración psíquica como una práctica que se centra en reconocer, controlar o dirigir la energía vital, o prana, a través de la respiración consciente.
Como ves, no hay nada nuevo en ella, salvo ser capaces de afinar un poco más el significado de respiración consciente, y de comprender los diferentes pasos y objetivos dentro de la práctica del pranayama.
Pero cumple un papel fundamental, ya que es quien marca la diferencia realmente entre simplemente respirar para estar vivos, y hacer Yoga o pranayama. Por ello se considera una técnica esencial para equilibrar el cuerpo, la mente y el espíritu, y se emplea para purificar y revitalizar el sistema energético y elevar nuestra conciencia.
Y a partir de ella podríamos comenzar a hablar de todas las técnicas y herramientas para transformar nuestra energía, iniciando ya la práctica de pranayama. Pero si no partimos de la respiración psíquica, ninguna de ellas tiene sentido, por lo que es un requisito esencial.
Principios básicos de la respiración psíquica
Esta respiración se basa en varios aspectos. Al principio te ayudará tenerlos en cuenta en tu práctica, evitando caer en una respiración mecánica y vacía de significado. Estos pilares de la respiración psíquica son:
Conciencia respiratoria: el primer paso, y lo más básico, como hemos visto, es tomar conciencia de tu respiración natural. Observar cómo fluye sin intentar modificarla. Esta toma de conciencia te conecta con el momento presente y te pone en contacto con tu energía sutil, haciéndote más sensible a ella.
Control del ritmo: en la respiración psíquica también se presta atención al ritmo de la respiración, aunque al inicio éste no se modifica, simplemente se observa. Un patrón común es inhalar y exhalar durante el mismo período de tiempo, como contar hasta cuatro para inhalar y contar hasta cuatro para exhalar. Hemos hablado mucho ya de los diferentes ratios y ritmos en este podcast, y de cómo gracias a ellos podemos entrenarnos para estar presentes en la respiración, saliendo de todos los hábitos y patrones involuntarios, a la vez que afectamos al sistema nervioso y energético.
Visualización y foco: como la respiración psíquica busca ser conscientes de la energía sutil y experimentarla durante la respiración, te ayudará visualizar la entrada de energía vital en el cuerpo durante la inhalación, por ejemplo en forma de luz o sanación, y durante la exhalación, la liberación de tensiones y pensamientos negativos. No hay una única forma de hacerlo, lo importante es conectar con tu respiración como flujo de energía y no sólo de aire. Para ello algunas personas también se concentran en puntos específicos del cuerpo, como el tercer ojo o el centro del corazón. Ya que si entendemos la respiración como movimiento de aire, ésta no va a llegar más allá de los pulmones, pero si en cambio la experimentamos como energía, podemos sentirla en todo el cuerpo.
Intención y propósito: otra forma de ayudarte a dar más profundidad a tu respiración consciente, es realizarla con un propósito claro, ya sea la relajación, la concentración, la purificación o el equilibrio. Es importante que definas tu intención antes de comenzar la práctica, y que te mantengas enfocado en ella. También es fundamental que recuerdes y tengas presente que el objetivo último del pranayama es ser más conscientes, eliminando todos los velos que nos apartan de la realidad tal y como es, no como nosotros la percibimos. Por lo que puede ser de gran ayuda buscar la conciencia y la claridad mental como propósito durante la práctica.
Beneficios físicos, mentales y espirituales
En realidad los beneficios de la respiración psíquica no dejan de ser los mismos que los del pranayama. Hoy vamos a verlos rápidamente, pero si te interesa profundizar en ellos te recomiendo ir a los episodios 106, 107 y 108, donde los tratamos con todo detalle.
Desarrollo espiritual: el principal beneficio de la respiración psíquica es que abre el camino para una mayor conciencia espiritual y un sentido más profundo de conexión con uno mismo y con el universo, gracias a que nos permite sentir y experimentar dentro de nuestro propio cuerpo la energía pránica.
Pero si más allá del camino espiritual te interesan efectos más prácticos para tu salud y bienestar, la respiración psíquica te aporta además:
Reducción del estrés: ya hemos visto en numerosas ocasiones a lo largo de este podcast cómo el hecho de controlar la respiración y enfocar la mente en el momento presente puede reducir el estrés y la ansiedad.
Mejora de la concentración: la práctica constante de la respiración psíquica puede aumentar la concentración y la claridad mental, ya que te entrena de forma continua en ellas.
Mejora de la salud física: Cualquier práctica de respiración consciente ayuda a mejorar la función pulmonar y cardiovascular, aumenta la vitalidad y promueve la desintoxicación. El resultado es un cuerpo mucho más saludable y un funcionamiento más efectivo de todos los sistemas en el organismo.
¿Cómo se realiza la respiración psíquica?
Para conocer la técnica de la respiración psíquica voy a concentrarme en su versión más clásica, ya que es la más desconocida y novedosa para todos nosotros. Porque si equiparamos la respiración psíquica directamente al pranayama, la forma de realizarla sería cualquiera de las técnicas que hemos ido viendo, siendo todas ellas igual de válidas.
Sin embargo, en la parte más purista del pranayama esto no es así, y aquí se indica un recorrido muy claro de cómo practicar este tipo de respiración. Recuerda que desde este punto de vista se trata de un requisito previo para poder comenzar a trabajar con el resto de técnicas.
Para ello el primer requerimiento es únicamente ser consciente de la respiración, sin modificarla, tan sólo seguir su flujo.
Una vez que somos capaces de hacerlo, la forma de experimentar la respiración psíquica es a través de la respiración ujjayi, por lo que ésta es la primera técnica que debemos aprender y practicar.
La respiración ujjayi se caracteriza por un ligero cierre de la glotis durante la respiración, que crea un peculiar sonido. Hablamos de ella en el episodio número 102, por lo que puedes volver a él para conocerla en profundidad.
El siguiente paso en la respiración psíquica es por tanto ser conscientes de la vibración interna producida por la respiración ujjayi, así como de su movimiento durante la entrada y salida del aire, trabajando la conciencia, la concentración, y la contracción física de los músculos de la garganta.
Siendo conscientes del movimiento y del sonido de la respiración a medida que pasa a través de la garganta, podemos ir acercándonos a la percepción de pranamaya kosha, la segunda de las envolventes del ser humano, relacionada con la respiración y la energía vital.
Recuerda que el Yoga explica nuestra anatomía energética mediante 5 capas, como si fuéramos una cebolla, cada una de las cuales nos acerca un poco más a nuestro estado más puro y consciente. La primera de ellas se relaciona con nuestra parte física, esta sería la segunda, y el resto tienen que ver con la parte mental y espiritual.
Es una buena forma de explicar la respiración psíquica, ya que la respiración normal, mecánica e involuntaria sólo afectaría a la primera de las capas, al cuerpo físico. La respiración psíquica es capaz de acceder a la segunda, entrando en contacto con la energía. Y para avanzar al resto de capas necesitaríamos trabajar con las demás técnicas de pranayama, obviamente con tiempo y dedicación.
En Yoga no hay nada que se consiga de un día para otro, y del mismo modo comenzaremos a familiarizarnos con la parte física de ujjayi, para poco a poco abrirnos a reconocer aspectos más sutiles. En la parte física notaremos la relajación y la tranquilidad.
Se trata de una respiración relajante, lo que ayuda a calmar y enfocar la mente. Con el tiempo, al perfeccionar ujjayi pranayama, se dice que uno comienza a mover el prana. Recuerda que esta es la forma tradicional de trabajar con ello.
La experiencia de la energía sutil puede ser en forma de luz o de calor, de movimiento o cosquilleos. No hay una única forma, y mucho menos una correcta. Cada persona tendrá su experiencia, y ésta siempre será válida. Pero hay que comprender que no es más que una manifestación o percepción del inicio del camino, y que en ningún momento es el destino ni el objetivo final.
Es un error muy común, pensar que ya se ha logrado algo, pero esto sólo impide el crecimiento posterior. No sólo nos hace quedarnos atascados, sino que además infla nuestro ego, llevándonos en una dirección totalmente contraria a la que nos interesa.
Meditación para la calma y la estabilidad
- Para abrir el espacio: siéntate con la espalda recta, coloca las manos en el mudra de plegaria y canta 3 veces Ong Namo Guru Dev Namo.
- Postura: sentado en postura Fácil (Sukhasana), con las piernas cruzadas y la espalda recta, colocas ambas manos en gyan mudra, manteniéndolas relajadas sobre las rodillas
- Respiración: fraccionada, inhalando y exhalando en 8 partes iguales por la nariz.
- Ojos: enfocados en el punto del entrecejo.
- Tiempo: 3-11 minutos.
- Para terminar: inhala profundo, sostén el aire dentro unos segundos mientras aplicas mulabandha y después exhala relajando.
- Para cerrar el espacio: recita el Eterno Sol “que el Eterno Sol te ilumine, el amor te rodee y la luz pura interior, guíe tu camino” y canta 3 veces Sat Nam.